viernes, 22 de enero de 2016

RECOMENDACIONES DE STEAMPUNK

Para todos los que me pidieron ayer todavía más recomendaciones de grandes novelas steampunk (muchas gracias por leer el blog y escuchar el podcast) se me ocurrió que el articulo original que mencioné solo hablaba de las novelas fundadoras del subgénero en los 80s (lo pueden leer aquí), así que quizá ahora nos podríamos poner a platicar sobre lo que vino directamente a continuación en la siguiente década, justo antes que la verdadera avalancha iniciara.


No creo que exista mejor punto de partida, en ese caso, que con THE DIFFERENCE ENGINE de Bruce Sterling y William Gibson, que después de dominar el mundo de la ciencia-ficción en los 80s literalmente empezaron la nueva década con esta novela de 1990. La fama de ambos autores garantizó que el libro atrajera la atención de todos, y quizá por eso mismo es para muchos la primera novela steampunk. Lo que no significa que sea un libro injustamente sobrevaluado. Por el contrario, es una extraordinaria novela. En efecto, varios de los elementos que ahora identificamos con la estética steampunk aparecen aquí y es muy probable que fuera la primera vez que la gran mayoría de los lectores se los encontraran. (Recuerden, esas novelitas de Blaylock y Jeter nunca vendieron mucho, por lo menos no cuando salieron por primera vez). Todo esto es irónico si tomamos en cuenta que Gibson y Sterling eran los santos patronos del movimiento cyberpunk. Ambos escritores siempre han intentado estar por delante de la curva y es por eso que cuando el cyberpunk se puso de moda ellos fueron los primeros en decir que el movimiento había muerto y era hora de intentar algo diferente. THE DIFFERENCE ENGINE es en esencia una novela con sensibilidad cyberpunk (ciertamente carece del optimismo por el futuro tan característico de la mayoría de las obras steampunk), solo que ocurre en siglo XIX en plena era victoriana. (Babbage logra crear su famosa maquina analítica, básicamente una primitiva computadora analógica, y debido a esto la era de la informática ocurre 100 años antes)


No solo los lectores sino otros autores se entusiasmaron mucho por lo que encontraron por primera vez en THE DIFFERENCE ENGINE. Gente cuyo primer amor por la CF provenía de Verne más que de Asimov. Entre los primeros en intentar explotar esta rica vena literaria estuvieron Stephen Baxter y Paul Di Filippo. El primero nos ofreció su maravillosa ANTI-ICE en 1993, donde los ingleses descubren en 1850 un elemento extraterrestre en el polo sur y con el son capaces de acelerar la revolución industrial con energía nuclear en vez de vapor, y hasta crear bombas atómicas, asegurando así la hegemonía del imperio británico. Utilizando el “anti-hielo” (imaginen la cavorita de THE FIRST MEN ON THE MOON de H.G. Wells y que hasta Alan Moore usa en su THE LEAGUE OF EXTRAORDINARY GENTLEMEN) los ingleses se lanzan a colonizar la Luna para conseguir más de este milagroso elemento. Pero no son el único país interesado en lograrlo… Di Filippo, por su parte, fue el primero en incluir la palabra en el título de un libro con su THE STEAMPUNK TRILOGY que en realidad es más bien un trio de novelas cortas. Las historias van desde un homúnculo artificial ninfomaníaco que se parece a la joven Victoria hasta una búsqueda trotamundos por la legendaria Fuente de la Vida, pasando por el tórrido romance entre Emily Dickinson y Walt Whitman en el plano astral (si, leyeron bien). Como de costumbre con el impredecible Di Filippo es toda una experiencia leer sus delirantes historias. No es difícil ver por qué el subgénero se hizo tan popular.

Todavía en los 90s, mientras ésta misma popularidad crecía ya sin control, aparecieron muchos otros libros que solo parecían compartir las mismas sensibilidades. Novelas como THE DIAMOND AGE de Stephenson (un futuro donde la moda victoriana ha regresado pero cuya verdadera preocupación era en realidad la nanotecnología, otro trending topic en la CF de los 90s), o THE GOLDEN COMPASS de Philip Pullman. Grandiosas novelas pero no exactamente steampunk. O quizá sí lo son. Ciertamente las incluyen en varias listas de obras steampunk. Es a partir de este momento en el tiempo en que se vuelve cada vez más difícil distinguir lo que es o no es steampunk, lo cual por supuesto es parte del encanto de todo nuevo movimiento.


Siguiendo esta misma lógica escojo mi última novela de hoy, la bellísima THE LIGHT AGES de Ian R. MacLeod. En los 90s dos de mis escritores favoritos de relatos cortos era los Dos Ian (McDonald y MacLeod). El primero eventualmente empezó a escribir más y más novelas (varias de las mejores del siglo XXI, por cierto), pero por alguna razón MacLeod nunca abandonó el campo de la ficción corta. En 25 años creo que solo ha escrito 4 novelas (mas otro par de novellas que las publicaron como si lo fueran). Esto es una lástima porque MacLeod es dueño de una prodigiosa imaginación y maneja una prosa muy lírica, aunque cuando el resultado es algo tan hermoso como THE LIGHT AGES es muy difícil protestar. En una Inglaterra paralela descubren una sustancia conocida como el “aether” que sirve no solo como fuente de energía sino además como material industrial. Hace a las construcciones, y hasta a la ropa, más resistentes. Es decir, igual que Baxter en ANTI-ICE, sustituye el vapor por otra cosa (lo cual podría parecer como trampa en un movimiento llamado steampunk) para poder dar rienda suelta a este mundo nuevo. Por desgracia es un elemento muy peligroso (casi como si fuera radioactivo) lo que causa que los pobres diablos de los obreros que lo trabajan se metamorfoseen con el tiempo en subhumanos marginados. Una casta de intocables que son explotados y abusados ya que ahora son capaces de realizar trabajos con el aether que nadie más puede hacer. Dentro de este mundo de cofradías y castas llega nuestro joven protagonista a la gran ciudad de Londres. Hay episodios que son verdaderamente Dickensianos pero aún más, es una novela de convicciones políticas muy firmes, casi como si escrita por el mismo Miéville (otro autor que el movimiento quiere adoptar como suyo aunque no todo mundo esta de acuerdo)

En resumen, hoy en día existe tantísimo material steampunk que es difícil saber qué escoger, pero si uno busca es capaz de encontrar bastante que vale la pena.